Estudio longitudinal llevado a cabo en 2019-2020 y en fase de análisis y publicación
Según la revisión de Haldeman (2012), entre el 1–2 % de personas con dolor de espalda tienen un trastorno grave o sistémico, entre los que se encuentran: trastorno inflamatorio sistémico, infecciones, tumor espinal o fractura espinal. Sin embargo, en el otro 98 % restante no hay una comprensión clara del origen y tratamiento de la sintomatología y los métodos actuales de tratamiento y prevención parecen que son susceptibles de mejora (O’SULLIVAN & Lin, 2014; Mafi et al., 2013).
Hay evidencia de que factores como los trastornos del sueño, los altos niveles de estrés, el estado de ánimo depresivo y la ansiedad son fuertes predictores del dolor de espalda (Gatchel et al, 2007; Stubbs et al., 2016). La investigación apunta a que las ratios más altas de dolor percibido están relacionados con el estrés emocional, con una limitada consciencia, expresión y procesamiento de las emociones (Lumley et al., 2011; Nijs et al., 2014).
Incluso el uso de opiaceos (remifentanilo) puede ser bloqueado por unas expectativas negativas por parte del paciente y ser un 200 % más efectivo si las expectativas del paciente son positivas (Bingel et al., 2011). Los efectos de la expectativa positiva se asociaron con la actividad en el sistema endógeno de modulación del dolor y los efectos negativos de la expectativa con la actividad en el hipocampo.
Este estudio pretende entender el papel mediador del malestar/bienestar psicológico en la sintomatología del paciente con dolor crónico de espalda. Para ello, hemos creado un MBSR (adaptado) por ser un programa validado y con efectividad en la reducción del estrés, incorporando elementos del estilo de vida (calidad de sueño, movimiento y ejercicio) y una adaptación paulatina al movimiento para reducir el miedo a la actividad. Hemos medido el impacto del entrenamiento por la concentración en sangre de citoquinas (TNF, interleuquinas (IL-1 , IL-6 e IL-17) y concentración de cortisol sérica, además de variables psicológicas mediante cuestionarios validados.
Citoquinas ((TNF), interleuquinas (IL-1 , IL-6 e IL-17) y concentración de cortisol sérica.
Estrés, ansiedad, depresión, kinesofobia, aceptación del dolor, bienestar, sentido de vida, mindfulness, compasión, catastrofización del dolor, discapacidad, dolor percibido y consciencia corporal.
Mediante cuestionarios validados hemos medido discapacidad y dolor en los pacientes del estudio.
Para este estudio hemos colaborado BTI Biotechnology Laboratory, Inventap, grupo de investigación en transtornos afectivos y psicóticos de la Facultad de psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Cátedra Mindfulness y Ciencias Cognitivas de la UCM y Nirakara Lab.